La microfiltración es el proceso mediante el cual se eliminan las partículas y microorganismos que afectan a la calidad de las bebidas y que pueden ser perjudiciales para la salud. También se aplica en el tratamiento de los gases necesarios para la producción de algunas bebidas. La microfiltración es, pues, un proceso que garantiza tanto la seguridad alimentaria como la calidad del producto.
Dependiendo del tipo de bebida y de la fase de elaboración, habrá que aplicar un sistema de microfiltración diferente, por eso es fundamental contar con un proveedor experto, capaz de diseñar soluciones personalizadas, que optimicen la inversión y proporcionen el mejor resultado.
La microfiltración del vino y la cerveza
Dos de los sectores más dinámicos en la industria de las bebidas son los del vino y la cerveza.
Para llevar a cabo la preestabilización del vino, las bodegas recurrían tradicionalmente a placas prefiltrantes y filtros de tierras, pero en la actualidad existen tecnologías mucho más eficaces y eficientes, como los discos lenticulares, la filtración tangencial y los cartuchos, que ofrecen la mayor protección a un coste más reducido.
En el caso de la cerveza, la microfiltración aporta una estabilización microbiana y coloidal completa, y permite alargar la vida útil del producto. Se trata de un proceso más eficiente que la pasteurización, pues evita el calentamiento de la cerveza y, por tanto, no afecta al sabor ni al resto de cualidades sensoriales.
Las soluciones de microfiltración de Parker domnick hunter
Tras años de experiencia desarrollando soluciones de microfiltración y manteniéndonos al día en cuanto a innovaciones tecnológicas, en Disorca confiamos en los productos filtrantes de la compañía norteamericana Parker domnick hunter, especializada en la fabricación y suministro de equipos de alta calidad para la clarificación, estabilización y esterilización de líquidos y gases en la industria de la alimentación y las bebidas. Su catálogo incluye desde elementos de prefiltración hasta filtros finales de membrana, así como las carcasas portacartuchos. Todos ellos cumplen con las normativas y requisitos necesarios para estar en contacto con alimentos.
Entre los principales productos Parker para la filtración de líquidos, encontramos:
PREPOR MAX. Son filtros absolutos multicapa, de polipropileno plegado, adecuados para altos caudales. Filtran partículas de 1 a 50 micras. Aplicables en la clarificación y prefiltración de líquidos, con una capacidad por cartucho de hasta 80 m3 por hora.
PEPLYN PLUS. Filtros absolutos con medio filtrante, fabricados en polipropileno plegado multicapa. Filtran partículas de 0,6 hasta 100 micras. Son adecuados para la clarificación de líquidos, gracias a su elevada capacidad de retención de partículas, lo que aporta una alta protección para las etapas posteriores de la producción.
PREPOR NG. Filtros absolutos multicapa de polipropileno plegado, con densidad gradual optimizada, mediante la tecnología exclusiva ODC (Construcción Gradual Optimizada). Su capacidad para filtrar partículas de 0,5 a 1 micra los hace idóneos para la clarificación y estabilización de líquidos. Están validados y testados para su aplicación en la retención de distintos tipos de microorganismos.
BEVPOR P. Filtros de membraba de polietersulfona (PES), para filtrar partículas de entre 0,45 y 1,2 micras. Son adecuados para la estabilización y esterilización de líquidos, están validados para retención microbiológica, y es posible de testarlos in situ mediante prueba de integridad.
BEVPOR WN. Son filtros de membrana de polietersulfona (PES) con capacidad para filtrar partículas de 0,45 a 0,65 micras, indicados para estabilización y esterilización en la industria vinícola. Están validados para la retención microbiológica y se pueden testar in situ mediante prueba de integridad.
Por último, Parker también proporciona carcasas portacartuchos de acero inoxidable, con capacidad de 316 litros, para alojar desde uno hasta treinta cartuchos filtrantes de 10, 20, 30 y hasta 40 pulgadas (1000 mm).
